No soy tan asiduo lector como quisiera, pero lo intento. Uno de mis gustos siempre ha sido tener y comprar libros de temas que me han interesado de siempre: historia, arqueología, algunas novelas, sociales, cuentos, entre otras.
En los años que llevo escribiendo mis blogs, he usado diversos libros como fuentes y estos en varios formatos, lo que he podido comprar los he adquirido físicos (mi formato favorito), otros en en formato digital (pdf y uno en kindle), también he acudido a diversos archivos digitales para tener acceso a varios ejemplares originales que de otro modo no habría forma de consultar.
Cuando estudiaba mi carrera en la ciudad de Puebla compre el libro “historia verdadera de la conquista de la nueva España” de Bernal Diaz del Castillo editado por la editorial EMU, según recuerdo a muy buen precio (aunque esta editorial tiene fama de muy mala por mutilar varios obras clasicas), y he de ser honesto, nunca lo he leído de corrido y solamente he consultado los capítulos que me han interesado. El español del siglo XVI en el que esta escrito me ha dificultado su lectura entera, ha sido difícil digerirlo.
El libro que poseo es de pasta blanda y de un grueso algo considerable, impreso en 2005, cuenta con 773 paginas y esta prologado por Felipe Castro Gutiérrez, maestro en historia de México por la UNAM y miembro del departamento de investigaciones históricas de la misma universidad.
Hace algún tiempo llegue a leer una nota periodística a cerca de una teoría del historiador y antropólogo francés Christian Duverger hacia el libro de Bernal Diaz del Castilo, la cual se plasmaba en su trabajo titulado “Crónica de la eternidad”, esta es que Hernán Cortes era en verdad el autor de este libro.
Hernán Cortés a la edad de 42 años, retratado por Cristoph Weiditz en Das Trachtenbuch o El libro de los trajes, 1529 (Germanisches Nationalmuseum, Núremberg). |
El tema me llamo la atención y en cuanto pude compre el libro, publicado en 2015 por la editorial debolsillo, contiene 335 paginas y en formato de pasta blanda.
El libro es de buena lectura, en él Duverger nos narra en primer lugar lo que de manera oficial se sabe de libro de la “Historia Verdadera” y de Bernal, lo que en el texto se narra de su vida; las razones para que este “conquistador” escribiera su relación y como el mismo tenia una memoria maravillosa, pues recordaba todo con lujo de detalles, a pesar de ser solo un soldado de origen plebeyo.
El texto prosigue y Duverguer nos explica la dificultad de cuadrar los tiempos dados en la relación con los conocidos por otras fuentes y archivos; la ausencia de Bernal en las listas de conquistadores de México y el solo aparecer en documentos después de varios años, a razón de perder privilegios en México, asentándose en Guatemala, donde se vuelve regidor y terrateniente, ademas de autor.
Bernal se nos muestra como un usurpador de la autoría, de quien es imposible verificar su origen cierto dado por el mismo, ademas parece no tener la suficiente preparación para haber escrito la relación y en ella nombrar a personajes históricos y autores.
A Duverger le parece imposible que Bernal sea el autor, por lo que teje su teoría, la cual hace cuadrar cronológicamente, históricamente y con ayuda de una gran cantidad de información obtenida de muchas fuentes. Hernán Cortes es el verdadero autor, no se atribuyo así mismo la redacción pues sus escritos fueron prohibidos por los reyes de España, Carlos I y Felipe II, por la total animadversión de ellos hacia en conquistador.
Cortes crea a un autor anónimo y escribe su relación en los últimos años de su vida, vividos en España. Después de su muerte el escrito es llevado a Nueva España por sus hijos, seria la narración oficial de la conquista y usada para fundar ideológicamente a una nueva nación, en una independencia que no se fraguo.
Retrato de Martín Cortes Zuñiga, ubicado en el salón del patronato del hospital de Jesús de la CDMX, tomado de México desconocido. |
Fray Alonso Remón, tomado de Wikipedia Anónimo siglo XVII-Biblioteca Nacional de España |
Al final del texto se haya una ficción donde conviven Cortes y Remón, hablan de diversos aspectos referentes a la “historia verdadera” y la autoría de ella, la cual Remón espera que sea reconocida hacia su verdadero autor y Cortes menciona que esperara, pues “tiene la eternidad por delante”.